24 septiembre 2010

Las apologías de la muerte y cómo el valor de la vida se desvanece.

Dead bees found outside the hive in early winter
Anoche con desdén encendí el televisor buscando algún programa light para atraer el sueño, extrañamente el canal que siempre está sintonizado es Caracol, y precisamente a eso de las 7:30 pm estaban transmitiendo el cubrimiento de la muerte del “Mono Jojoy” tema que muy seguramente estará en la agenda mediática del país durante los próximos meses.



Dead bees found outside the hive in early winter

Lo que vi fue el reportaje de hace 10 años sobre los secuestrados de las tomas de Mitú y Puerto Rico, una pieza de reportería con calidad de video tipo años 80 que con las más desgarradoras imágenes mostró la infamia del secuestro y la maldad innata del autor intelectual de semejante escenario dantesco nada fácil de olvidar. El nudo en la garganta que me generó el reportaje no fue fácil de tragar, porque es bien difícil ver un país carcomido por la tragedia y el horror que le ha traído el conflicto armado y que, irónicamente, se regocija frente a la muerte.

Más allá de toda esta historia infame que traemos a cuestas pienso que nada justifica la tranquilidad con que el país justifica la violencia, es inaudito pensar que la sociedad acepta a medios como el Tiempo que ayer en su twitter preguntaba ¿cómo está celebrando ud la muerte de alias el Mono Jojoy? ¿Hasta qué punto el país se escuda en la violencia que generó Jojoy para poder actuar con la misma violencia y con enorme rencor celebrar la muerte de un ser humano? Muy malo el tipo, sí, eso nadie lo puede negar, una decisión militar difícil quizá, pero al fin y al cabo ya no está no respira ni tiene la posibilidad de seguir haciendo daño, ¿no debería terminar ahí el asunto?

Una actitud sedienta de muerte y sangre, eso es lo que veo en el cubrimiento “objetivo” que los medios hacen de este asunto. Hoy, en la  emisión de noticias de las 7 am., Caracol mostraba sin pudor alguno siete “bultos” apretujados en bolsas desgastadas llenas de fango y sangre en las que transportaron desde la Sierra Nevada a los guerrilleros abatidos, 5 hombres y 2 mujeres, entre los que estaba el cuerpo de alias Jorge Briceño, un trofeo nacional que inmediatamente fue exhibido ante los medios.

¿Qué se construye en este país? Nos quejamos de las consecuencias del conflicto armado, pero estamos reproduciendo la misma sevicia con que la guerrilla actúa, la misma violencia y el mismo dolor. Haber sufrido una inmensa pena no nos da vía libre para devolverla con el doble de intensidad, una nación que está sumida en el rencor nunca generará nada diferente. Ayer leí en un tweet que la guerrilla colombiana es como la Hidra de Lerna cuando se le corta una cabeza le salen dos, y para mí es cierto, el conflicto colombiano no se terminará de un momento a otro, y menos abatiendo a los cabecillas y bombardeando cuanto campamento encuentren, el problema, intrínseco en nuestra memoria cultural es mucho más complejo y la actitud triunfalista que asume la sociedad no colabora.

Con tristeza miro el país que tengo y a veces entiendo las cosas que nos pasan, porque ahora al gobierno de turno no le bastará con darle pan y circo para mantenerlo feliz, hará falta también una cuota de sangre y sacrificios humanos diferentes a los que se ve cada día en los noticieros.

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